La retención de líquidos se suele dar en las extremidades inferiores y podemos diferenciar dos tipos. Uno sanguíneo que serian las varices y la otra es la retención del sistema linfático.

La linfa es el líquido que permite transportar los desechos celulares, las células muertas, tóxicos y demás compuestos celulares, por lo tanto su función principal es la del transporte y también dispone de unos ganglios que se encargan del sistema inmune.

La linfa circula por los vasos linfáticos, que son unos vasos paralelos a los vasos venosos. Su recorrido empieza en los dedos gordos de los pies hasta su inserción en la vena yugular.

El circuito sanguíneo dispone de una bomba que es el corazón, pero en cambio el sistema linfático no tiene una bomba propia sino que se vale de la compresión y la descompresión de los músculos.

Los vasos linfáticos tienen unas pequeñas válvulas anti retroceso. Cuando por ejemplo hacemos Utkatanasna, los músculos de las piernas comprimen los vasos linfáticos, las válvulas de abren y la linfa asciende.

Desde las ingles hasta la Yugular, es sobre todo el diafragma en la exhalación que hace subir la linfa. El diafragma cuando inhala desciende y cuando exhala asciende y es en esa ascensión que succiona los líquidos sobre todo los linfáticos.

Las retenciones de líquidos linfáticos se almacenan sobre todo en las extremidades por el efecto de la gravedad. Como la linfa hace un recorrido ascendente y contra gravedad, las ásanas inversas como por ejemplo, Sarvangasana, Adho Mukha Svanasana o Viparita Karani ayudan a mover la linfa.

También todas las ásanas dinámicas, los encadenamientos de ásanas o los movimientos diafragmáticos como los pranayamas intensos ayudan a mover la linfa y su renovación.

Ejemplo de Ásana favorable a las retenciones linfáticas.

VIPARITA KARANÍ:

Es una semi inversa apta para todo el mundo y como las piernas están arriba ayudan a descender la linfa hacia las ingles.

Si además aplicamos Kapalabhati o Agni Prana aumentan el efecto de la ásana.