El sistema Inmune tiene una herramienta maravillosa que es el Yoga. El sistema inmune depende de unos soldados que nos defienden de los ataques permanentes del exterior. Unos de estos soldados son los linfocitos T, que son secretados por la Glándula Timo.
La glándula Timo tiene dos funciones principales:
- Secreta las hormonas del crecimiento, estas hormonas son muy activas hasta el fin de la pubertad y a partir de aquí, poco a poco esta función se va desactivando.
- La otra función es la secretar los linfocitos T, estos Linfocitos tienen biblioteca de códigos de ADN para detectar a los agentes externos, una vez detectados los atacan sin piedad y gracias a ese ataque el cuerpo mantiene su salud inmune.
Estos linfocitos viajan por el sistema sanguíneo hasta llegar a los ganglios linfáticos y es allí su destino final. Una vez que estos linfocitos se instalan en estos ganglios se dedican a detectar y desactivar todos aquellos agentes nocivos para el cuerpo.
¿Pero que pasa con los virus de la gripe?
Los virus de la gripe entran dentro del organismo y los linfocitos los detectan como agentes externos y luchan con ellos. Si el sistema inmune está fuerte, es decir si tenemos muchos linfocitos agresivos conseguimos ganar la batalla y una vez que hemos ganado queda grabado de por vida dentro de nuestro sistema de defensa el código de ADN del agente externo.
Pero el virus de la gripe cada año muta su código de ADN, y por eso cada vez tenemos que
entablar una batalla hasta conseguir ese código.
Con el Yoga podemos hacer que nuestro cuerpo tenga muchos linfocitos y más eficientes.
La glándula Timo está posado encima del corazón, todas las ásanas que
compriman y descompriman esta glándula van a favorecer su funcionamiento.
Por ejemplo hay una ásana que comprime esta glándula que es Garudasana y luego tenemos que hacer todo lo contrario, expander como por ejemplo Dhanurasana.
En definitiva la compresión y la descompresión de esta Glándula ayuda a mejorar su funcionamiento.
Joan Sendra, Osteópata y Profesor de Kundalini Yoga